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Inglaterra se caracteriza por ser un país de contrastes, desde la internacional y bulliciosa Londres a los parajes más tranquilos y recogidos de la costa.
A pesar de su tiempo gris, Inglaterra refleja todo su colorido en la diversidad de sus gentes. El verde de la naturaleza se mezcla con el ambiente cosmopolita de Londres, donde la antigua ceremonia del té se funde con los eventos y la
arquitectura más vanguardista.
En el barrio londinense de Hampstead, los más bohemios podrán pasear por sus calles frecuentadas por pintores, escritores y artistas en general.
Fuera de la capital se encuentran las ciudades de Oxford y Cambridge, famosas por sus universidades y su calidad educativa. En Cambridge el viajero podrá disfrutar de la famosa regata anual Oxford-Cambridge que se celebra en el río Támesis y donde las universidades luchan por su supremacía deportiva.
A parte del cosmopolitismo urbano y las ciudades de tradición universitaria, Inglaterra posee igualmente maravillosas ciudades costeras con playas de arena fina, como Ramsgate, Hastings o Margate donde el viajero está invitado al reposo y a la serenidad del paisaje.
Los amantes de la geología encontrarán un paraíso en la localidad de Bournemouth, llamada la “Costa Jurásica” por sus yacimientos fósiles y sus enormes acantilados.