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Francia: El estilo y el refinamiento de lo auténtico

Su intensa y rica historia ha dejado huella por todos sus territorios, donde los eventos más vanguardistas conviven con la tradición en una forma siempre democrática.

Los paisajes franceses son igual de diversos que sus ciudades. Los enamorados de la naturaleza encontrarán desde las campiñas mediterráneas de la Provenza, a las montañas escarpadas y nevadas de la Alta Saboya. Los amantes del mar podrán disfrutar de numerosas playas. Los fans de la música y la cultura celta no deben faltar a los festivales que se celebran en la mágica y misteriosa tierra de Bretaña, llamada la “Escocia francesa”. Francia, única y a la vez plural, está siempre abierta al que quiera conocerla...

Desde la romántica ciudad de París hasta los pueblecitos más desconocidos, Francia no dejará indiferente a nadie. Qué decir de la ciudad de la luz que no se haya dicho, escrito, filmado... A pesar de todo, siempre se descubrirán cosas nuevas, porque cada visita es un nuevo descubrimiento.

París es mucho más que su famosa Torre Eiffel: colores, barrios bulliciosos y vitales, conciertos y eventos culturales de todo tipo hierven en la ciudad. Los monumentos históricos conviven con mil y un colores diferentes. París siempre acogió a grandes artistas y prueba de ello es su intensa y riquísima vida cultural. El viajero bohemio encontrará su territorio ideal en el pintoresco barrio de Montmartre. Y para los más románticos siempre les quedará el inigualable paseo por el río Sena...

Para aquellos que prefieren salir de la gran urbe, qué mejor que conocer Niza, ciudad abierta al Mediterráneo.

Los amantes del vino tienen una parada obligatoria en la entrañable y con un toque provinciano ciudad de Burdeos.

Los más interesados en festivales encontrarán su lugar ideal en la alegre Montpellier, ciudad de pasado medieval donde conviven muchos estudiantes.

Y para relajarse nada mejor que visitar los baños termales de Vichy.