Aprender idiomas, cuanto antes mejor

Aprender idiomas: cuanto antes mejor

A día de hoy, pocos se atreven a cuestionar y poner en tela de juicio la importancia de dominar otros idiomas además del propio, algo aún más esencial cuando el materno no se encuentra entre los más hablados del mundo.

En España tenemos la suerte de poseer uno de ellos, el español, que cada vez conocen más personas y goza de una salud excepcional, pero por otra parte contamos con uno de los índices más bajos de Europa en cuanto al dominio de segundos y terceros idiomas (por no hablar de los cuartos y sucesivos). Algunos sectores del sistema educativo parecen haber reparado por fin en esta grave carencia y ya han empezado a trazar modos de neutralizarla, lo que ha sacado a la luz un debate sobre la edad concreta a la que debe acometerse el aprendizaje de otras lenguas.

Según un estudio reciente, llevado a cabo con varias docenas de niños, a partir del primer año de vida ya se puede empezar a introducir a los más jóvenes en estas lides. Los expertos han asegurado que la edad de comienzo es determinante para que los resultados sean mejores o peores, y que en cualquier caso debe adoptarse un método didáctico adecuado.

Como cabe esperar, es esencial considerar esto último si se sigue la recomendación de exponer a los niños de un año a más de un idioma. Los especialistas recomiendan incentivar la proactividad, dejar que los niños tomen gusto por esta labor y la cultiven de motu propio, pues forzarlos a ello podría tener consecuencias extremadamente negativas. No debe olvidarse nunca la etapa vital en que se encuentran, donde no hay lugar para las imposiciones; el aprendizaje debe ser natural, adaptado al instinto de los pequeños, que por inercia dirigen la atención hacia lo que es atractivo a la vista o el oído (de ahí que las canciones y libros ilustrados sean herramientas válidas para esta labor).

Por terminar con un dato curioso, decir que otro de los resultados arrojados por el estudio fue que las niñas obtuvieron mejores resultados que los niños en cada una de las variables que se midieron durante el mismo.