El Mar Muerto, a pesar de su nombre, es en realidad un lago hipersalino, ubicado entre Israel, Jordania y los Territorios Palestinos. Se trata, además, del lugar más bajo de la tierra, con una altitud de 416 metros por debajo del nivel del mar. Tiene una extensión de 625 kilómetros cuadrados, algo más de la mitad de la que tenía hace 65 años, y el doble de la que tendrá dentro de cien; es decir, que el Mar Muerto mengua con el tiempo y podría desaparecer. La reducción natural lo ha rodeado de zonas barrosas y muy dadas a desmoronarse, por lo que el acceso para los turistas se ha vuelto cada vez más complicado.
La principal atracción del Mar Muerto es, efectivamente, su elevada salinidad, diez veces mayor que la del océano. Ésta provoca que ningún ser vivo habite en sus aguas, aparte de algunos microbios, y que una persona pueda flotar sin esfuerzo sobre la superficie y no logre hundirse nunca. Con todo, no es el lago más salado del mundo, pues existen otros, como el lago Assal, que poseen una salinidad aún mayor.
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