Samoa, la última hora del planeta

Geografía: Samoa, la última hora del planeta

El Estado Independiente de Samoa comprende dos grandes islas y ocho islotes, pertenecientes al enorme archipiélago de la Polinesia, en el sur del Pacífico. Fue el primer estado de la zona en restaurar su independencia en el siglo XX, allá por 1962. Por su localización, es la última nación independiente y habitada del mundo en cambiar de día y, por tanto, en despedir cada año.

A pesar de ser todo un paraíso tropical, lleno de naturaleza y paisajes de postal, sufre de los caprichos desastrosos de la misma; se ubica en una zona conflictiva en este aspecto, donde son más o menos frecuentes los huracanes y los terremotos, como el que el año pasado provocó un tsunami que acabó con la vida de cientos de samoanos. Tampoco un rincón tan idílico como Samoa se libró de las pandemias, pues en 1919 vio arrasada su población por una gripe contagiada desde un barco en cuarentena.

Esto adquiere mayor contraste cuando se conocen los fundamentos de la religión característica de Samoa, la baha’i, hoy en día casi anulada por el cristianismo. El bahaísmo es una fe monoteísta y marcadamente utópica para los tiempos que corren: promulga que todas las religiones comparten una misma base, que ha de haber armonía entre éstas y la ciencia, eliminarse la pobreza y la riqueza extremas y, entre otras cosas, conseguirse la igualdad total entre hombres y mujeres, además de la paz mundial.

Hace unos meses, Samoa fue noticia por un hecho curioso que no se había producido en el mundo desde hacía 40 años: las autoridades samoanas decidieron invertir el sentido de la circulación, obligando a los conductores a conducir por la izquierda en lugar de por la derecha, como venían haciendo hasta entonces. El aviso final se anunció por la radio un lunes a las 6 de la mañana, a partir del cual quedó oficialmente invertido el sentido de la marcha de los vehículos en carretera. Para evitar accidentes, las calles se llenaron de policías y guardias urbanos que asistieron a los conductores, y gracias a los cuales no se produjo ninguno grave. Con esta medida, el gobierno de Samoa pretende adoptar las normas de circulación de sus vecinas Australia y Nueva Zelanda y de este modo habilitar la importación de vehículos desde ellas, tanto nuevos como de segunda mano, para favorecer así a la familias con menos recursos.