Receta italiana: el lampredotto

Hay gente que dice que no se ha tenido una experiencia verdaderamente "fiorentina" hasta que no se ha paseado por las calles de la vieja Florencia degustando un lampredotto comprado en uno de los muchos puestos callejeros que se pueden ver por allí.

Si os habéis imaginado a alguien comiendo un plato de espaguetis o similares en precario equilibrio os equivocáis de cabo a rabo. El lampredotto puede parecernos atípico en Italia, pero es una especialidad mucho más vieja que algunos platos de pasta o pizzas.

Y es que este plato es nada más y nada menos que una especie de bocadillo de tripas de vacuno muy especiadas (algo así como los callos). A alguno puede parecerle un tanto desagradable tanto por su materia prima como por su fuerte y picante sabor, pero es el típico plato al que se le acaba pillando el gusto y que llena bastante. Eso sí, no lo suficiente como para decir que no a un helado.

Los orígenes de esta peculiar fast food son tan antiguos como algunos de los edificios de la ciudad. Se cuenta que nació alrededor del siglo XV y que en origen era comida propia de gente modesta y pobre que sólo podía comprar las partes de la vaca desechadas por los carniceros. Para que fuese más contundente (a menudo esas personas sólo podían tener una comida en todo el día) se le añadían productos baratos de la huerta como cebolla.

La receta ha variado poco en todo este tiempo: las tripas y las verduras se doran a fuego lento, con aceite, sal y pimienta. Posteriormente se les añade vino blanco y se deja cocer unos dos minutos. A continuación se hecha agua y se deja cocer hasta que se evapore y deje carne y verduras cocinadas con un jugo. Esta será la mezcla que habrá que meter entre el pan, aunque se le pueden añadir otros "extras" como salsa verde o queso. La receta dependerá de lo puristas que seáis o de los ingredientes de los que disponga el dueño del puesto callejero.

Por supuesto, un lampredotto hecho en Madrid, México, Londres o en la misma Roma no sabrá igual que aquel que se elabore en Florencia. Un motivo más para visitar la ciudad de Dante.