Heidelberg, romanticismo alemán

El invierno está a punto de llegar y quizá a muchos lo último que les apetece es visitar una ciudad alemana: les puede la imagen de un país frío y el estereotipo del alemán distante.

Pero debemos decir que en absoluto es así. De hecho el destino que os proponemos este mes, la ciudad de Heidelberg, es uno de los más cálidos de Alemania. Quizá no tanto por su clima (es una de las ciudades con las temperaturas más suaves del país) sino por su atmósfera.

De Heidelberg se dice que es la ciudad más romántica del país. Casi es un pueblo de cuento de hadas: sus encantadores edificios nos transportan no sólo a otra época, también a otro mundo. No nos parecía extraño encontrarnos por sus calles con Cenicienta, el sastrecillo valiente o el enano saltarín. Por tener, esta villa tiene hasta su castillo en la ladera de una colina, rodeado por un bosque (¿a que no es extraño que su capilla sea el lugar elegido por muchas parejas para casarse?).

¿Y qué tiene la ciudad de especial para ser visitada ahora en vez de cualquier otra época del año? Nada más y nada menos que su mercadillo navideño: 140 puestos dedicados a la artesanía, los dulces y otros elementos típicos de la íntima navidad alemana. No dejéis de probar, por ejemplo, el Glühwein (vino caliente): la navidad no se entiende allí sin él. También os recomendamos pasear entre sus calles calidamente iluminadas para estas fechas y que dan un aire a la ciudad si cabe más tradicional.

Pero no nos vamos a detener solamente en lo típico de temporada: hay mucho que ver en esta ciudad como el Philosophenweg o “camino de los filósofos”, llamado así porque era el sendero utilizado por los estudiantes y profesores para ir la universidad y en el que han tenido lugar innumerables conversaciones sobre ciencia y filosofía; la bella iglesia del Espíritu Santo; o el Carl-Theodor-Brücke, puente con siglos de historia.

Heidelberg también es una ciudad muy animada pues, al ser una ciudad universitaria, tiene una población joven. Quizá no encontréis demasiados universitarios (recordad las vacaciones de navidad), pero seguro que encontraréis abiertas numerosas tabernas y locales en los que pasar un buen rato o descansar en un ambiente acogedor tras un largo paseo.