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Cuando se habla de monumentos, los turistas reconocen enseguida emblemáticas estructuras como la Torre de Pisa o la Torre Eiffel, así como esculturas del tipo de la Estatua de la Libertad o el David de Miguel Ángel. Pero no todo son creaciones conocidas o lógicas desde el punto de vista racional del ser humano. Exponemos a continuación algunos de los monumentos más raros del mundo que deberías visitar.
Los Moais de la Isla de Pascua
Estas enigmáticas estatuas no han podido ser explicadas por científicos ni estudiosos del arte. Se trata de gigantescas cabezas de 10 metros de altura que llegan a los seis centenares en cantidad. Lo más curioso es que los Rapanui de la Isla de Pascua aseguran que se mueven a su antojo donde más les gusta estar. Se ha demostrado que algunas han sido movidas, pero no se sabe cómo ha sido posible.
Fuente Kindlifresser en Berna (Suiza)
Esta fuente denominada Kindlifresser es uno de los monumentos más terroríficos del mundo. Se trata de la estatua de un enorme gigante comiéndose la cabeza de un niño y otros más aún vivos en su mochila esperando su turno.
Se trata de un aviso a los ciudadanos de Berna de que deben cuidar en todo momento a sus hijos, aunque lo cierto es que el impacto de esta creación deja entrever una capacidad innata del artista para saber transmitir una conciencia sobre los más pequeños a lo largo de los siglos.
Manneken Pis en Bruselas (Bélgica)
También protagonizada por un niño aunque con un tono completamente diferente, se erige en Bruselas la Manneken Pis que muestra la fuente de un niño orinando. Se desconoce su origen pero es uno de los monumentos más visitados en Bruselas por la fama que ha adquirido. Otra estatua parecida con una niña de protagonista se considera la “pareja” de esta obra de arte.
Duque de Wellintong en Glagow (Inglaterra)
La estatua ecuestre del duque de Wellintong podría considerarse una estatua ecuestre más, pero el humor de los ciudadanos de Glasgow les motivó la idea de ponerle en la cabeza un cono de tráfico como sombrero. La acción tuvo tal repercusión, que muchas noches se le vuelve a colocar y hoy en día es difícil ver esta estatua sin el característico sombrero.
Underwater Gallery del Caribe
Lo curioso de este monumento es que sólo los submarinistas pueden apreciarlo. Es una colección de estatuas con formas de persona dispuestas en círculo y fijadas al suelo del mar a ocho metros de profundidad. Al final se fosilizarán por lo que se espera que estén ahí eternamente. Quien surque el fondo del mar en busca de hallazgos increíbles, disfrutará con este descubrimiento quizás más incluso que quien admira obras de arte en un museo en tierra firme.
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