Festival de pintar vacas (Luxemburgo)

Seguro que has tenido que leer dos veces el nombre de este festival y, después de la segunda vez, hayas preguntado a la pantalla "¿cómo?". Sí, has leído bien: uno de los países más ricos de Europa rinde cada año su particular homenaje a un animal que representa una de las formas más básicas de economía.

Eso sí, hemos de aclarar que lo que los luxemburgueses pintan y muestran por las calles de la ciudad no son vacas de verdad, sino vacas hechas de madera, metal, cerámica, fibra de vidrio... que adornan a su gusto para deleite de los visitantes.

El festival es uno de los más largos de Europa: tiene lugar de abril a septiembre, aunque bien es cierto que muchos opinan que llamar "festival" a una exhibición pública de estatuas es un poco exagerado y quizá debería dejarse como "exposición periódica". Poco importa eso, sin embargo, a los habitantes de Luxemburgo que gozan pintando sus vacas. ¿Ganan ellos algo con esto? Pues no; ahí está una de las muchas gracias de este festival, que se hace por "amor al arte": no hay ganadores, no hay perdedores... sólo hay felices vacas sintéticas que enorgullecen a sus creadores. Quizá por eso mismo, por su aparente "inutilidad" pero por su indiscutible carácter meramente estético y divertido, nos llama tanto la atención.

La costumbre podría tener su origen en una tradición muy arraigada por esos lares: vender pequeñas vacas cuyo pago se destinaba a la beneficiencia. Pronto, entre la clase pudiente de Luxemburgo se puso de moda poner en sus jardines grandes figuras de vacas para demostrar que habían dejado gran parte de su patrimonio a la caridad: a res más grande, más misericordia.

Quizá fuera porque la costumbre comenzó a convertirse en un acto meramente esnob que la población decidió darle un giro y hacer de una indirecta exhibición de riqueza material una muestra de riqueza interior, de arte puro y duro.

Por supuesto esto no es más que una interpretación. Cada viajero tiene la suya, así que invitamos a todos los viajeros a pasarse por ahí y formarse su propia opinión. Por cierto... si habéis pensado que aquella "Cow parade" que pasó por vuestra ciudad tiene que ver con esto os equivocáis. Eso es otra historia... y puede que os la contemos.